(No todas las veces la locura pone alas para volar, porque cuando se cree tenerlas, aterriza en la boca ardiente de un volcán y se incineran todas las imaginaras fantasías: Sengove)

Ya comenzó el país a darse cuenta que los gobernantes con síndromes parecidos a los de Nerón o Hitler, Putin, Maduro, deben estar recluidos en los manicomios, y solo pueden tener como directores guías a psiquiatras, y quizá, uno que otro psicólogo atrevido, que se le mida ayudar a semejante mente absurda, como la de Gustavo. Aquí los corchos solo sirven para las botellas de alcohol etílico.

Los anuncios de renuncia en salmuera de los ministros cuerdos y brillantes como los de: Agricultura, Hacienda, y Educación, conocedores de lo que es ser administradores de la cosa pública, se dieron cuenta que lo absurdo jamás podrá tener cabida en lo racional, en lo lógico. Por ello, desde la Vice Presidente para abajo, que es otra incoherente y de mente fantasmagórica con las excepciones antes anotadas que sobresalen, y que se detectan sin hacer ningún esfuerzo, todos los demás son unos improvisados, ensayistas para escribir las mejores páginas de la ignorancia y un manual de cómo acabar con un país para llevarlo al desastre.  Por ello, la casa de Nariño es hoy es un manicomio peor que el que hubo en Sibaté, aquel famoso hospital neuropsiquiátrico de nombre, Julio Manrique que hacía parte de la beneficencia de Cundinamarca, fundado en 1937, lugar a donde llevaban los locos y locas de Bogotá y el departamento.

Las velocidades descontroladas de Petro, lo hacen acreedor para enviarlo de urgencia a que se le practique una revisión técnico mecánica motora, o en un lugar similar a Sibaté, donde se atendían a los bipolares, esquizofrénicos, epilépticos, drogadictos, catatónicos y paranoicos. Seria válido recomendarle al presidente como amante de la Cuba Comunista, el psiquiátrico que está en la Habana de nombre: comandante Doctor Eduardo Bemabé Ordaz, situado en Mazorra, finca de nombre Ferro, que fuera de propiedad de José Mazorra quien cedió los terrenos para el hospital, allá puede solicitar una cita llamando al teléfono: +537.646 8331. Esta abierto las 24 horas.

Es muy posible que nuestro presidente le sea familiar el nombre, porque cuando tiene problemas de salud, se va para la Habana.

Las angustias y reacciones del señor presidente son más que sospechosas, pues sus posturas, están a punto de cocada que pareciera que está viviendo una angustia existencial en que la posta adobada con finas “yerbas” para darle sabor al Faisán, acompañado de vino y uvas, esas que le sirvió el registrador Vega, se le indigestará muy pronto.

Hoy después de las grandes ilusiones y fantasías del mal elegido presidente, se están viendo las esperanzas en fracasos, y por eso el Pre está energúmeno, porque todos los disparates que armó en proyectos ilusos se les desvanecen ante el país que comenzó a reaccionar, y también se dio cuenta que la verborrea, cuando es incoherente es tan mala como la gonorrea, porque se vuelve sistémica, que circula por la sangre para todos los momentos.

El proyecto político del Pacto Histórico corre peligro ante los ojos hambrientos de quienes con instinto de cuervos, están a la espera de un descuido para sacarle los ojos a Petro y de paso robarse y devorase las esperanzas del tirano, para ser sustituidas por la insurgencia, por los del pacto de los “picotantes” de La Picota,     por la mafia del Clan del Golfo, la recua de criminales que desea soltar violando las normas penales y pasándose por la faja al Fiscal General de la Nación, a la  Procuraduría, y a ciertos miembros del poder judicial.

Sufre el presidente de un acelerado estrés que lo está llevando a extremos en que ya no solo meter las patas es una costumbre, sino perder el uso de la buena razón para cometer bestialidades.

Imprudente consideré el ultimátum que le dio Petro, a los ganaderos de Fedegán, para la consecución de tierras que altaneramente considero como lerda. Se equivoca el presidente al confundir la generosidad del gremio con el sometimiento mediante el chantaje a que fue sometido en el congreso de Fedegán en Barranquilla, pues utilizo el escenario y sorprendió a sus directivas pensando en convertir la zanahoria en garrote.

Recuerde presidente que ese es un gremio fuerte y puede ser el florero de Llorente para que sume el país contra usted, y hacer que, por las vías pacíficas, renuncie, cosa que sería un milagro, y una fascinante reconquista del poder de la democracia y el estado de derecho que alegraría muchísimo a Colombia y a las naciones libres de la bacteria comunista.

Toronto Canadá.

senengonzalezvelez@hotmail.com