COLUMNISTAS

De todas maneras, sus declaraciones ante la JEP tienen un objetivo: hacer mucho daño a la sociedad colombiana. Salvatore Mancuso fue uno de los principales criminales de la parapolítica en ser extraditado por Álvaro Uribe en el año de 2.008, junto a trece más de sus compinches, a  la ciudad de Atlanta, en los Estados Unidos, después de haberse desmovilizado en el 2.005.

Se le acusa de cometer 75.000 crímenes en territorio colombiano. El, personalmente reconoce su participación en 300 asesinatos, inclusive el de una niña de 22 meses.  Autor de las masacres de Mapiripan, también de delitos relacionados con el narcotráfico, de las masacres El Aro y el Salado en las que fueron muertos 135 ciudadanos.

Antes de ser extraditado un Tribunal  de Justicia lo condeno a 40 años de prisión.

Este “buen hombre”, es hoy el delincuente estrella preferido por la JEP, que lo utiliza para enlodar a la gente buena que le ha servido denodadamente al país. Ese fulano es el protagonista del sainete que monto para la Justicia especial de Paz el padre de Roux con su tal comisión de la verdad, de la verdad sesgada por el comité de mamertos seleccionada por los áulicos de Juan Manuel Santos.

¿Qué tiene que perder Mancuso? Nada, pues el, ya perdió todo en la vida, hasta el pudor si alguna vez lo tuvo. Una persona señalada por la justicia ordinaria de cometer miles de crímenes y de haber sido condenado a pagar 40 años de prisión no teme decir cualquier cantidad de calumnias, si entendemos que  su piel no se grifo en el momento en que  ordeno  matar a una beba de 22 meses.  Ese hombre, si acaso se le puede llamar hombre a esa bestia humana, está dispuesto a decir todas las mentiras bien pensadas, para tratar de vengarse de quien señala haber dado la orden de su extradición a los EE. UU.

Ahora, con el beneplácito de la JEP se ha montado con el actor de la nueva película, del silencio de los inocentes, un tinglado en el que el criminal y abusador  señala a su víctima, y desde el palco de la JEP se aplauden sus infamias y celebran sus perversidades. Finalmente, si Mancuso fue extraditado por los miles de crímenes  cometidos a los Estados Unidos en el 2.018, la pregunta que me hago es la siguiente: ¿Porque no lo dijo antes?, ¿y cual la razón para demorar sus acusaciones todos esos años?  ¿Cinco años después?

¿Qué disque, Uribe presidente, ordeno dijo el reo, quitarle la seguridad al exalcalde del Roble, Eduardo Diaz, para que ellos, Mancuso y sus pandilleros aprovecharan el momento para asesinarlo? Eso no se lo cree ni el mismo Exgobernador Salvador Arana quien aceptó, ante la misma JEP, su responsabilidad en el crimen del señor Diaz. Cabe el refrán, de que:  No  hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere escuchar.