COLUMNISTAS

Con mucha frecuencia el inquilino de la Casa de Nariño intimida al Congreso de la República cuando no acceden a sus caprichos autócratas y lleva al Colombia a las debacles, amenazando acudir a la Corte Interamericana; se cree experto, como lo hace con todos los temas y más bien se ve desde lejos al famoso culebrero que rondaba los pueblos ignorantes, aprovechando para timar a las gentes incautas. A veces imagino que en algún momento saldrá una culebra, no una víbora y gritará ¡quieta Margarita!

No ha entendido el mentado señor que, él con su alianza más no su partido, llamada la “Colombia Humana”, no fue mayoría como lo cacarea junto con sus áulicos, que engañó con sus pretendidos “cambios” de ideología en campaña, que lo llevó a firmar, por ejemplo, un documento ante un Notario Público, donde prometió que no expropiaría bienes, es decir no imitaría ni a Chávez, ni a Maduro. Obvio, eso no constituye documento alguno con carácter vinculante, más allá de una más de sus mentiras de palabra y hecho, en un sainete más de sus ejecutorias, a las que se ha acostumbrado desde siempre. Quedó a cambio demostrado que su pretendido es expropiar.

En estos meses es propagandista de la Corte Interamericana, como si el ente fuera la herramienta útil para sacar adelante todas sus propuestas carentes de planeación, realidad y lógica. Por supuesto lo que conoce de la corporación es que el fallo a su favor, se basó en el desconocimiento de la doble conformación, no así de la doble instancia en la Procuraduría General de la Nación en sus competencias de disciplinar a los servidores públicos y de paso la cláusula de prohibición de desvincular de los cargos públicos a aquellos que han sido elegidos por voto popular, salvo por un juez penal, tal como lo dispone la Convención Americana de DDHH. Pero jamás, tengan presente quienes leen estas líneas, a él se le absolvió por sus hazañas al margen de la ley en su ejercicio como burgomaestre de la ciudad capital. La verdad jurídica es que ante el Sistema Interamericano de DDHH solo se acude a formular queja contra los Estados, no contra las personas naturales y el único sistema que investiga a las personas por sus acciones u omisiones  subsidiariamente es el de la Corte Penal Internacional, donde median muchas denuncias por ejemplo contra Maduro, producto de activismo jurídico de venezolanos en el exilio y otras personas, conocedores de las reales de infracciones penales del dictador, de conformidad con el Estatuto de Roma, quien sin duda ha afrentado muchos derechos humanos, cuya respuesta ha sido la migración de más de siete millones de sus compatriotas, sin contar los extranjeros que residían en Venezuela.

Desconoce el inquilino, que el Sistema Interamericano, se basa en la Convención Americana de los DDHH, que plantea en su preámbulo las características propias de los Estados Parte de este instrumento de DDHH, que son además comunes a la  Carta de la OEA,  la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración Universal de los DDHH, principios como la democracia y respeto a las libertades ciudadanas.¡ Hágame el favor! Llama a confusión el susodicho, presumiendo que todos los colombianos tenemos carencia de información o somos legos en el tema; corre a donde el reconocido internacionalmente dictador Maduro, en varias ocasiones durante sus primeros ocho meses de mandato y aún no conocemos, pero presumimos el motivo real de esas visitas. Pero la cereza en el postre de engaños, es la “sacada” infame de Juan Guaidó de territorio colombiano, desconociendo los artículos 1º, 13, 15 y  22 de la Convención invocada y coloca a Colombia fuera del estatus reconocido de muchos tiempo atrás, de protección a perseguidos políticos de otros países.

Entre tanto pretende llenar de temor, amenazando con revoluciones, nuevos estallidos sociales, no solo en el día de hoy 1º de mayo de 2023, sino además en varias ocasiones desde que se han obstaculizado sus ambiciones de poder absoluto, haciéndolo  de forma abierta al mostrar su plan de subvertir el orden constitucional, sino lo secundan en sus ideas obsesivas, propias de quien sufre alguna enfermedad mental y que jamás ha estado abierto al diálogo, lo cual demostró durante su paso por la alcaldía de Bogotá, como lo ha reiterado en los últimos días. Olvida es el presidente de la República, que juró cumplir con la Constitución y la ley el 7 de agosto de 2022, pero llama a lo que siempre se acostumbró, a desconocer las Constituciones de 1886 y 1991, de la cual se dice a veces como uno de sus autores (hecho tampoco cierto), para quizá producir el efecto de una guerra civil declarada.  Amenaza no solo a quienes le secundaron con la idea de una coalición en el Congreso de la República, también intimida a todos los colombianos. Pretende socavar la Carta Política a través de orangutanes, no micos como los califican, en el Plan de Desarrollo en debate en el Congreso  y el paquete de reformas, donde pretende le otorguen poder total para escamotear las libertades de los colombianos y retrotraernos al pasado, echando por la borda las conquistas en un país en vía de desarrollo, atacando lo que signifique propiedad privada o las conquistas logradas en gobiernos anteriores,  lleno de rencor, de odios, para lograr el objetivo de empobrecer a Colombia, como lo han hecho en Cuba, el país parásito por excelencia, Venezuela, Nicaragua y Argentina y  favorecer a sus camarillas “progres”, ese era el cambio!

Proscribe o señala a quien no es su amigo, pues es su enemigo, como ocurrió con el recién elegido Gerente de la FNC, por ser autor de un trino sobre las ejecutorias del nuevo auto mesías, durante su paso nefasto como burgomaestre de Bogotá. ¿Esto es muestra de sanidad mental o es una parte de su lenguaje disfrazado de derechos humanos, posando de “demócrata”? Lo que, si es cierto, es que al parecer, está tipificando delitos consagrados en el Código Penal como contra la Existencia y Seguridad del Estado, contra la Seguridad del Estado y contra el Régimen Constitucional y Legal.

Pero algo sucederá, gracias al despliegue de acciones ajustadas a Derecho, como lo es la denuncia formulada por el experto no solo teórico sino en la práctica en Derecho Electoral, Doctor José Abuchaibe, quien ha presentado denuncia penal, a partir de hechos comprobados, realizados por el inquilino de la Casa de Nariño, la señora de los “helicoteros” y el gerente de la pasada campaña presidencial, ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Más de la mitad de los colombianos, aumentado el número por los arrepentidos de haber sido utilizados como tontos para que el inquilino alcance sus propósitos personales y de políticas trasnochadas, comprobadamente fallidas, no en pro del bien de sus conciudadanos, estamos en espera que se aplique la ley.  Es probable que la Comisión de Acusaciones le haga juego al presidente y las amenazas a desplegar por sus compinches, pero amanecerá y veremos si ganan el partido, porque existen reglas nacionales e internacionales que no pueden desconocer. El tiro le saldrá por la culata al inquilino de la Casa de Nariño.

Entre tanto él y su primera dama, se preparan para acudir a España y sentarse a manteles con el rey y la reina.  Vaya plan en aquel que ha rechazado las monarquías. ¡Sea serio!,¿qué otra pamplinada planea plantear en el ámbito internacional?. Chespirito le queda chiquito.