COLUMNISTAS

La ingobernabilidad es la combinación de la indisciplina para lograr el orden, la inestabilidad política, la ineficacia en la gestión, la ilegalidad como justificación y la ineptitud para gobernar. LGCN

Si hay algo que aprendí de las redes sociales son una cantidad de especímenes de gente que viven del ego, la arrogancia, la soberbia y la ignorancia:  (i) campeones del teclado, que trinan de todo y no dicen nada; (ii) Pseudo opinadores que se creen con el derecho de enseñarte aquello que poco o mucho saben; (iii) especialistas sin título estilo Petro, que se considera con doctorado en todo y para todo y (iv) los profesionales empíricos (con sus excepciones) que sin terminar una carrera universitaria, solo confunden; alegan ser abogados, psicólogos, periodistas, manos de derecha de políticos sin credencial, influencers y matoneadores profesionales. Siendo mi mayor crítica que no apoyan las revocatorias de mandato de los tres alcaldes más desastrosos que se pudieron elegir, todos de izquierda con la máscara de ser independientes o verdes.

Por qué viene esta crítica constructiva, ¡sencillo.! Cuando estás en el terreno de una revocatoria del mandato, es decir, no detrás del teclado, ni de videítos en Tiktok, YouTube, Instagram, o Facebook, sino en la calle, conoces a la gente que lucha por recoger una firma, que padece sol y lluvia, o agresiones de los de izquierda y de gente que piensa que uno está ahí, para que lo insulten como si uno representara el mal gobierno del que se queja, pero del cual no es capaz de firmar para revocar, esas personas que se pagan su refrigerio o almuerzo de su bolsillo, que saben caminar estas urbes, movidos por la voluntad, el coraje  y su esfuerzo, que al final es su mayor premio o es el gracias de la gente, eso paga la boleta en estos procesos tan complicados.

Son héroes anónimos en Bogotá, Cali y Medellín que no están detrás de un puesto, ni utilizan dichas revocatorias para lanzarse para llegar al Congreso, ni de esos que las presentan para luego sacrificarlas o traicionarlas, hablo de los verdaderos ciudadanos que se cansaron de las autocracias y tiranías de Claudia López, Jorge Iván Ospina y Quintero Calle que con populismo barato engañaron incautos, ahora estamos pagando las consecuencias. Esos ingobernables que ni gobiernan ni dejan gobernar.

Esos ciudadanos me llenan de optimismo donde no lo hay, de fervor y fe en la causa donde otros se llenan de disculpas y excusas o huyen de la responsabilidad con frases “no se puede” “no vamos a alcanzar” “ellos ya nos ganaron” pero para esos casos cito “Prefiero decirle a los que importan y a mis hijos que por su libertad “luché” a decir que lo intenté” LGCN. Pues es evidente la cantidad de saboteadores, agitadores, atortoladores que están en los procesos de revocatoria del mandato solamente por su imagen personal, por tomarse una foto y decir que apoyó, pero de ahí, no pasan o en el peor de los casos olvidan que este proceso de mecanismo de participación ciudadana no es unipersonal sino de todos los ciudadanos.

Alguna vez dije en este medio las causas por las cuales los procesos de participación ciudadana fracasan y es obvio cuando hay tanto importaculista, divo o fashionista son los primeros que lo torpedean, de esos que muchos hablan y poco hacen, “de esos o esas que dicen tener tantos contactos políticos”, que a la hora de la verdad no hay nada, o si los tienen ni siquiera los toman en cuenta, o cuando se les pretende asignar responsabilidades dicen “déjame como rueda suelta”, al final solo son niebla y humo.

Hay algo que la gente confunde y principalmente los políticos, los mecanismos de participación ciudadana, especialmente la revocatoria del mandato, no son trampolines políticos, pues el pueblo no es pendejo, ni tonto, tal vez la única excepción son esos pocos que se venden al mejor postor. Pues una cosa es sacar a quien detenta el poder en una ciudad que incumplió su programa de gobierno como en Cali, Medellín y Bogotá y en los otros 76 procesos de revocatoria, y otra cosa servir a los ciudadanos en un cargo de elección popular.

Por eso invito a los ciudadanos que brinden su firma, que apoyen las revocatorias en las ciudades sitiadas por la ineptitud, la inseguridad y el populismo donde gobiernan bailadores de salsa, mientras a la gente la matan en la calle por un celular o muere en una UCI por culpa de la mala administración de la pandemia, de esos que decía “quédate en casa” pero se iban de juerga y de vacaciones, cuando deberían estar con su pueblo mano a mano, “La ingobernabilidad culpan a todos de su ineptitud, ineficacia e ineficiencia, pues no se responsabilizan de nada.” LGCN

La ingobernabilidad es culpa de estos tres alcaldes es inaudita: (i) su indisciplina que permite que grupos violentos como primera línea, la minga, Farc y ELN dicten las condiciones y no precisamente de manera pacífica; (ii) la inestabilidad, causada por la falta de norte, de directrices de manejo, el culpar a todos menos a ellos de sus errores y su falta de gobierno y respeto con sus gobernados, desviando la atención en temas que nada que ver con la ciudad; (iii) la ineficacia en la cual se dan muchas órdenes que se contradicen, no se cumplen y son como las mareas, que al final no hacen nada, únicamente buscan quedar bien con la opinión pública, (iv) la ilegalidad, al subirse el poder a la cabeza que transgreden la ley para dizque cumplir sus fines, de paso destruyen la institucionalidad, (v) la ineptitud, que tiene sumido en el caos a nuestras urbes, donde les quedó grande gobernar y lo poco que gobiernan por su falta de estrategia, planeación, articulación y capacidad les queda mal.

La conclusión es más que simple, si quieres ser parte de la solución en Bogotá, Medellín y Cali apoya las revocatorias, tú eres parte de la solución, si te quejas, te callas o eres indiferente eres parte del problema.