CIUDADES Y DISTRITOS

Barranquilla, 20 de agosto de 2017.- “El Código de Policía de Alejandro Char, se acomoda a sus deslices”, afirmó un lector a Costanoticias profundamente indignado este sábado. De igual manera lo hicieron muchos usuarios de las redes sociales. Al igual que se discutió el tema en los grupos de prensa y periodismo. Pero sobre todo reclamaron los habitantes del sector y ciudadanos barranquilleros que transitan por la vía arteria cuando al desplazarse la encontraron cerrada.

Cada voz de rechazo, por supuesto acompañada de la prueba. La foto o el video donde registra el cierre de vías y calles para montar un parrandón a su estilo, con toda y con todo.

La fiesta de la noche de este sábado fue en un sitio que según las denuncias ciudadanas, el alcalde de Barranquilla se emparranda. Y desde la misma mañana varias cuadras de la carrera 8 estaban cerradas. Con ello violando el derecho a los barranquilleros a movilizarse libremente.

Ocupación de las vías peatonales, “venta de licor en la calle, música a todo volumen afectando a los vecinos, todo con la complicidad de los que deberían guardar la ley, la Policía”, reclamó otro de los indignados por los deslices del alcalde Char. Mientras otro señaló “congestionado el transporte en el barrio El Compito. Por qué está cerrada la carrera 8. Porque está de aniversario el estadero de su amigo”. “Ese es el alcalde de Barranquilla”. Que horror!

Reclaman que todo lo anterior demuestra que el Código tiene sus excepciones extra legales de acuerdo a los intereses de la Administración Distrital, que al parecer no tubo en cuenta el artículo 31 y el artículo 33. Que abuso de autoridad distrital.

Mientras asesinan, el atraco y la violencia está al orden del día, debido a la falta de seguridad “y el alcalde rumbeando en la carrera 8”. No hay derecho. Los niveles de inseguridad altísimos.

“No hay coherencia con ese falso eslogan que Barranquilla es capital de vida. Es capital del “moridero” . La gente se muere por cualquier causa menos natural, denunció otro periodista.

Situación en la que obviamente salen a reclamar de inmediato los tenderos y expendedores de licor, reclamando un trato de igualdad, para ellos también expender y tener sus zafarranchos, en una Barranquilla donde funcionan al rededor de 17 mil establecimientos que expenden licores, entre bares, cantinas, estaderos, discotecas, además de las tiendas.