GOBIERNO

Valledupar, 23 de julio de 2021.- Este viernes en Pesca Boyacá, el Presidente de la República, Iván Duque en compañía de los ministros de Justicia y del Derecho, de Salud y Protección Social y Agricultura y Desarrollo Rural, firmó un Decreto con el rimbombante nombre de Acceso Seguro e Informado al Uso de Cannabis, pero que en la realidad lo que hace es autorizar la exportación de la flor seca de la Marihuana, según la intención supuesta con fines medicinales, dándoles mayores incentivos a la industria farmacéutica en el país y garantizándoles el acceso de medicamentos derivados. 

Iván Duque quien con todo el orgullo se llenó la boca con este Decreto y lo muestra como el gran logro para decir ni más ni menos en otras palabras que el comercio de la Marihuana quedo legalizado para comercializarlo. “Así comienza en Colombia una revolución normativa del cannabis, que convierte al país en un gran actor de la producción industrial de este producto”, dijo. Y con ello legalizando el negocio que tiene el hijo de Juan Manuel Santos, Martín Santos, y además cumpliendo una de las politicas de Juan Manuel Santos, que no es ni nada más ni nada menos que un miembro importante de la liga de sinverguenzas que tienen la marihuana como negocio. Pero para Ivan Duque “Se inicia el desarrollo para la producción industrial, de alimentos y medicinal de la planta, así como la exportación de flor seca del producto, todo amparado en la política de legalidad, enfatizando su uso medicinal con el referente internacional de medicamentos seguros y de apertura de nuevos mercados”. 

El Ministro de Justicia y del Derecho, Wilson Ruiz Orejuela,dijo que desde 2019 el Gobierno Nacional venía renuniendose con los interesados en el negocio de la ilegalidad con supuestas mesas técnicas trabando con los gremios, las empresas, la academia, los pequeños productores y demás actores interesados que no son nada mas jni nada menos, quienes en voz baja han estado pulsando de espaldas al país uy con caras de mosca muerta modificación del Decreto 613 de 2017, con la excusa de “acceso seguro e informado al uso médico y científico del cannabis”. Y el colmo de este negocio oscuro es que el Ministro también se llena la boca para decir que es “Una iniciativa construida sobre los pilares de legalidad, emprendimiento y equidad”. 

El nuevo decreto remplaza al 613 del 2017, que reglamentó la Ley 1787 de 2016. Y según el Gobierno fortalece los requisitos para el otorgamiento de licencias, exige en un país de gobernantes corruptos, “un compromiso anticorrupción” a quienes las soliciten, crea una licencia de fabricación de derivados no psicoactivos de la planta para mejorar el seguimiento y la trazabilidad y “establece medidas para proteger y fortalecer a pequeños y medianos productores, así como a los cultivadores” de tal manera que ahora culaquiera puede tener un cultivo de marihuana en Colombia, con la excusa que es para usos medicinales. 

La norma, que entró en vigor con el acto de la firma presidencial, permite además la exportación con valor agregado, accediendo al ingreso de la flor a zonas francas para ser cortada y secada y realizar actividades de transformación, empaque y reempaque. 

Encima de todo lo anterior, mete a las instituciones educativas con el supuesto de fortalecer la investigación científica las instituciones de educación superior, adelanten supuestas investigaciones sobre la planta de la marihuana y sus derivados. 

Según un estudio de 2019 de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo Fedesarrollo, el sector del cannabis genera en Colombia un promedio de 17,3 empleos agrícolas formales por hectárea y podría generar 7.772 de ellos para 2025 y 26.968 para 2030. El documento plantea, además, que el empleo generado por la industria es formal, al tiempo que el 90% del empleo contratado es permanente, generándose 0,55 empleos no agrícolas por cada empleo agrícola.