COLUMNISTAS

A medida que avanza el mes de enero y pasan los efectos del  “modo tutaina” los colombianos aterrizan a la dura realidad que en materia económica depara este 2017. Para los que no se dieron cuenta el salario mínimo aumentó el7%, no fue posible la concertación para definirlo pero sucedió algo inaudito: Las centrales obreras habían aceptado reducir sus aspiraciones y llegaron al 8%, los empleadores ofrecieron el 7,5 % pero la Ministra de trabajo fijó el incremento en el 7%. Prosperidad para todos dice uno de los eslogan de la publicidad del desgobierno de Santos.

La inflación cerró en diciembre con el 5,75%, lo inquietante es que el grupo de alimentos cerró el 7,2%. El gobierno se llenó la boca diciendo que la reforma tributaria no afectaría la canasta familiar, nada más lejano de la realidad que eso: Por un lado está el impacto directo del aumento del IVA ( que subió el 18,75%, los 3 puntos equivalen eso en términos porcentuales, mientras que el salario mínimo solo subió el 7% ) sobre los alimentos que tienen dicho impuesto; por el otro el efecto del alza en el precio de los combustibles que encarecerá el trasporte de todo tipo de elementos, costo que finalmente se trasladará al precio que pagan los consumidores.

 Se tienen grandes preocupaciones por el resultado del crecimiento del P I B durante el 2016; el dato del tercer trimestre con solo un 1,2% dejó muchas inquietudes y eso que incluye los resultados que aporta la entrada en producción de REFICAR. La producción petrolera del país ha caído a  820.000 barriles/día después de que en 2010 había llegado a 1.100.000 barriles/dia; mas grave, no hay exploración ni explotación en los niveles que se requiere y la autonomía petrolera del país cada vez se reduce más, se habla de que las reservas alcanzan para 5 años. Igual de preocupantes son la cifras de exportaciones que han caído considerablemente así como la inversión extranjera. De los datos de desempleo no me fío, se ha reducido no porque haya aumentado la generación de empleo formal, si no por la modificación de la fórmula de cálculo (según la nueva fórmula cualquier persona que haga maromas en un semáforo por unas monedas no lo consideran un desempleado ).De la deuda externa, como lo he dicho antes, ha llegado a niveles cercanos al 46% del PIB sin contar la vigencias futuras. Este desgobierno nos deja totalmente empeñados como nunca antes.

No cabe duda que vendrán nuevas reformas tributarias, la que acaba de pasar solo fue para ajustar algo el déficit fiscal que bordeaba los $32 o $34 Billones y para tranquilizar a las Calificadoras de Riesgo. Se requieren muchos Billones mas para financiar el postconflicto y la enorme cantidad de compromisos que tiene el gobierno en los acuerdos con las Farc que los de SI no leyeron. El tema de la alimentación de guerrilleros ( $75.000 mas IVA día por persona ) es una nimiedad comparado con las erogaciones que deben hacerse para todo lo que hay definido en los acuerdos y sobre los cuales las Farc exigirán, sin contemplación e inmediatamente como ya lo hacen.